sábado, 21 de febrero de 2009

Prohibido reñir a los niños



Son las dos de la tarde y como de costumbre voy a la Terraza a tomarme una sidra con los amigos. Nos sentamos en la mesa habitual, donde hay un banco corrido sobre el que dejo los periódicos que llevo en la mano. De pronto aparecen dos auténticos "atilas" de unos cinco o seis años, se suben al banco y empiezan a empujarnos, a pisotear y a manosear los periódicos.

Primero, de modo cariñoso trato de apartar a los niños.... Anda guapos...id con vuestros papis..... Como el ataque infantil no remite empiezo a utilizar un tono mas enérgico y en semblante serio les digo: por favor niños, dejad esos periódicos donde están e iros con vuestro padres. No sólo no se van sino que, muy divertidos empiezan a reirse y a incrementar la dosis del juego... ja.ja.ja. miraaaa, se enfada y todooo......

Como ni mis tonos, ni los tonos del camarero que también intervino, no servían de nada, uno de mis amigos se levanta de la mesa y va en busca de los educados padres que estaban sentados en la mesa de al lado, entretenidos jugando con una consola y divirtiéndose por lo bien que lo pasaban sus hijos tocándonos los "cataplines" a nosotros.

Por favor, ¿quereis ocuparos de vuestros hijos que nos están dando la lata?. Hombreee, por qué se ponen Vds. así. No se dan cuenta de que nuestros hijos son hiperactivos. Tienen Vdes. un muy bajo nivel de tolerancia. Es que... cada día la gente es mas gruñona... Pobrecitos niños. Es que vdes. todo quieren resolverlo con un azote. y Además de todo, por favor... déjennos en paz... no pretendan darnos a nosotros lecciones sobre cómo tenemos que educar a nuestros hijos.

Creo que este episodio que a mi me tocó vivir en primera persona, no es algo aislado. Pienso que es la consecuencia de una generación de niños intocables y sobreprotegidos a los que nadie tiene derecho a decir nada, salvo sus padres.Y lo mas preocupante es que probablemente, porque estos padres tienen poco tiempo para dedicarles, cuando están con ellos tienden a malcriarlos y a consentirles todo.

Antes, si un niño "se pasaba", los padres, los abuelos, los tios, los vecinos, o el ciudadano que pasaba por allí, lo reprendían. Además ese niño sabía que si era reprendido por ese vecino corría el riesgo de que sus padres se enteraran y con ello volvería a sufrir otra reprimenda, si no un buen azote en el culo. En definitiva podría decirse que toda una cadena de personas intervenía en la educación del niño. Cuan cierto es por tanto ese proverbio africano que dice: "se necesita un pueblo entero para educar a un niño".

Pero, hoy esto ya no ocurre. Si tratamos de dar alguna indicación a esos padres permisivos, se lo toman realmente mal y si son amigos hasta podemos poner en peligro esa amistad. Por eso me pregunto ¿merece la pena intervenir cuando un niño ajeno a mi se comporta mal?. Yo creo que si porque probablemente sea el mejor favor que podemos hacer a esos padres y a esos niños, para su futuro. Lo que si resulta importante es que, cuando intervengamos, las personas próximas también secunden nuestra postura, ya que entonces esos padres descubrirán que no todos podemos estar equivocados.

Lo que si parece estar claro es que tanta permisividad no es buena. Y si no fijémosnos en todos los problemas que surgen con esos hijos ya adultos que maltratan a sus padres, o esos alumnos que se suben a las barbas de los profesores sin que estos no puedan ejercer ningún tipo de autoridad. Alguna vez tendremos que darnos cuenta de que es necesario cambiar el modelo educativo de los niños... y probablemente (alguien seguro que me criticará por ello) un buen azote dado a tiempo es una de las mejores terapias educativas.

4 comentarios:

  1. Se están perdiendo los valores pedagógicos del esfuerzo, de la obediencia y mas cosas. Los niños de hoy día están bastante maleducados y la sociedad del futuro lo pagará.

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  2. Efectivamente, la sobreprotección y la permisividad a la larga trae consecuencias. Yo creo que es el efecto de la propia sociedad en que vivimos, donde no tenemos tiempo para casi nada, ni tan siquiera para educar razonablemente, sabiendo decir un "no" a tiempo. A mí muchas veces me han dado en el culete cuando era pequeña y no tengo ningún trauma infantil. Eso sí, guardo gratos recuerdos de los momentos que he disfrutado con mis padres, y hasta bien mayorcita. Y ahora que ya estoy crecidita, disfruto con ellos y les respeto aún más. ¿Tal vez por ese azote? Nunca lo sabremos...

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  3. Dice el Juez Calatayud (blog que además recomiendo a todo el mundo) que los niños de ahora conocen todos sus derechos pero no conocen sus deberes. Y hay que hacérselos saber, tanta idiotez y tanto "políticamente correcto" va a hacer que salgan unas generaciones que desconozcan el valor de la educación, el esfuerzo, el sacrificio, el respeto, etc. A todos nos han dado un azote en el culo o nos han regañado alguna vez y eso no nos ha causado ningún trauma infantil.

    Un saludo Guillermo

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  4. Los niños deben aprender a saber que cosas son buenas y que cosas son malas... en el ejemplo que escriben... los niños juegan a todo momento la culpa los padres lo tienen deberian llevarlos a un lugar donde puedan jugar... mis hijos en el restaurant comen y poco pero al ratos de 5 minutos ya quieren corretear y ver que hay mas en ese ambiente... entonces me limito a llevar a un restaurant y si vamos es con condiciones que ellos comen y con cordura y tranquilidad (hacerlo rapido en el restaurant no puedo quedarme a converzar o negociar si voy con un amigo o familiar)y luego salen al parque...

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