El pasado día 26 de Marzo escribí un post titulado "el sector de las TIC necesita informáticos".
Hoy, ojeando la prensa, leo un titular que dice "Las matrículas en Informática registran caídas del 50% desde hace dos años". El Director de la Escuela de Ingeniería Técnica Informática de Gijón habla del declive de estos estudios universitarios, así como de la compleja situación que genera a las empresas tecnológicas la falta de capital humano.
Hoy, ojeando la prensa, leo un titular que dice "Las matrículas en Informática registran caídas del 50% desde hace dos años". El Director de la Escuela de Ingeniería Técnica Informática de Gijón habla del declive de estos estudios universitarios, así como de la compleja situación que genera a las empresas tecnológicas la falta de capital humano.
Sorprende por tanto que de un lado las empresas del sector tecnológico estén demandando informáticos (también las divisiones informáticas de las grandes empresas los buscan), y por otro los jóvenes no se animen a matricularse y cursar estos estudios Universitarios.
¿qué está pasando? ¿por qué se produce esta disfunción?. Creo que mas que nunca se está viendo la necesidad de que Universidad y Empresa se den la mano para coordinar planes de estudios y necesidades empresariales al objeto de que el estudiante se sienta atraído por unos determinados estudios académicos y a la vez se facilite su empleabilidad en la empresa
Hola.
ResponderEliminarYa expresé mi opinión al respecto en un comentario a su anterior post, pero me permito insistir en que su solución no es suficiente. Si determinadas empresas se limitan a buscar ingenieros «buenos y baratos», no los van a encontrar, hagan lo que hagan.
Ejemplos muy recientes:
El País
Barrapunto
Sencillamente tienen dos opciones:
a) Ingenieros «baratos». Pueden presionar al Estado para que los genere en universidades de medio pelo o pueden importarlos de otros países. En ambos casos conseguirán la «situación de búsqueda» que anhelan estas empresas.
b) Ingenieros «buenos». Por la ley de la oferta y la demanda, no les queda otra que subir significativamente los sueldos. Si no lo hacen, y parece que no están por la labor, estos profesionales no tendrán ningún problema en encontrar trabajo en otro sitio.
Apuesto a que determinadas empresas optarán por la posibilidad a) y los informes que alerten de falta de productividad y competitividad en la economía española se convertirán en la norma. No me extraña que alguna empresa exija una actitud «optimista».
Suro.