Según acabo de leer en "Estrategia de Inversión", las Cajas de Ahorro españolas podrían estar preparándose para cruzar el desierto, una travesía que durará entre cuatro y cinco años, que además contará con la ayuda del Fondo de reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) y del Banco de España.
Aun cuando es una mala noticia, a mi me sorprende poco o hasta diría que me parece lógico. Desde mi modesto punto de vista, hay tres factores que inciden muy directamente en la vulnerabilidad de las Cajas de Ahorro.
Uno es que, además de estar sufriendo la ya conocida crisis bancaria provocada por el estallido de la burbuja inmobiliaria, están sufriendo su propia crisis interna que hace que aun sean mas vulnerables que la banca tradicional. Ello es así porque como consecuencia de la mala gobernanza de los políticos regionales sentados en sus Consejos, han sido sometidas a una fuerte presión en la concesión de créditos hipotecarios dados para financiar a muchos amigos promotores o a determinados empresarios afines.
Al igual que antes estas Cajas pudieron beneficiarse de los descensos de tipos de interés, porque sus créditos estaban vinculados a tipos de interés anteriores mas altos, ahora con el euribor ligeramente por encima del 1%, las cuotas que pagan los clientes están a unos niveles bajos y nunca vistos. Esto provoca que las Cajas, presionadísimas por la falta de liquidez, están dispuestas a captar imposiciones a plazo, pagando tipos que en muchos casos representan el doble del interés que cargan a esos promotores y empresarios beneficiados.
El segundo factor a tener en cuanta es el fuerte incremento de la morosidad, muy superior al de la banca. Este problema está provocando que las Cajas, para compensar la cuenta de resultados del ejercicio 2009, están consumiendo las provisiones que por mandato del Banco de España obligadamente tenían constituídas.
El tercer factor a tener en cuenta, es el gran problema que genera una fusión de Cajas de Ahorro, ya que al tener una opaca estructura jurídica de "obra social", donde no hay accionistas, dificulta enormemente la posibilidad de realizar fusiones, adquisiciones o absorciones. A esto hay que añadir además las grandes dudas y suspicacias que se producen en la Unión Europea ante el riesgo de que las cuentas de resultados estén mucho peor de lo que los directivos dicen, lo que hace que no se ven con buenos ojos otras añadidas ayudas del Estado.
Vistas así las cosas, se auguran malos tiempos en los próximos años para las Cajas de Ahorro.
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