La economía española no levantará la cabeza hasta finales del 2010

Los datos que hoy acaba de publicar la Comisión Europea, son verdaderamente desalentadores para la economía española. Bruselas preve que nuestra economía se contraerá un 3,2% este año y un 1% en 2010 y que el paro llegará hasta el 20,5% ese año, el doble que la media de la UE, debido a la fuerte caída del consumo y de la inversión.

La recesión continuará con tasas de crecimiento negativo al menos hasta el final de 2010, y el déficit público se disparará para entonces hasta casi el 10% del PIB, muy por encima del 3% que autoriza el Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC), según las previsiones de primavera publicadas hoy en Bruselas. El Ejecutivo comunitario resalta que "la competitividad de la economía española seguirá siendo débil".

Los pronósticos de Bruselas son mucho peores que los del Gobierno, que preve una contracción del 1,6% este año pero una recuperación del 1,2% en 2010. También son peores que los del Banco de España (-3% y -1%, respectivamente) o del FMI (-3% y -0,7%).

Pero, lo mas preocupante es que, según la propia Comisión, estos datos ya están desfasados debido a que cuando se elaboraron no se conocía aun la "sorprendentemente fuerte reducción" del empleo durante el primer trimestre registrada por la Encuesta de Población Activa (EPA) lo que supone un "importante riesgo a la baja" para su escenario.

Y frente a esta grave situación, ¿qué tenemos?

Tenemos a un Gobierno "autista" que oculta la verdad, que no sabe por donde le da el aire, o lo que puede ser mas grave, que no aplica medidas eficaces porque eso le restaría votos que es el único objetivo que persigue.

Tenemos a su lado unas organizaciones sindicales absolutamente inoperantes frente a los cinco millones de desempleados que ya están en puertas, cautivas del gobierno socialista y de las propias empresas, que cada vez están mas alejadas de la defensa de los verdaderos intereses de los trabajadores. (lo pudimos ver en las manifestaciones del 1 de Mayo).

Y, tenemos un partido opositor débil, atascado por sus conflictos internos, e incapaz de hacer auténtica oposición a un Gobierno tan inoperante.

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