El 21 de Mayo pasado escribí un post sobre la reunificación de créditos. En el ya hacía referencia a las subprime, a la crisis inmobiliaria y al al grave problema que iba a representar el sobreendeudamiento de familias.
Decía que había muchas personas que, consciente o inconscientemente se estaban metiendo en un gran agujero de sobreendeudamiento y que probablemente terminarían ahogadas por la situación.
Hoy, casi un año después, por desgracia, estoy palpando de primera mano esta realidad. Presto asesoramiento jurídico en una ONG y lo cotidiano es encontrarme con inmigrantes y no inmigrantes que recurren a mi en búsqueda de soluciones para resolver el problema, ante la imposibilidad de hacer frente a las cuotas mensuales de un crédito reunificado.
A grandes rasgos voy a describir el caso que me han planteado hoy: Matrimonio ecuatoriano residente en España desde hace muchos años y que ya tienen la nacionalidad española. Hace tres años compraron un pisito de 65 m2 y solicitaron un crédito de 120.000€. Mas adelante, como todo era tan fácil, recurrieron a una financiara que les reunificó ese crédito junto con otro de 20.000€ para comprar una furgoneta de reparto y otro préstamo mas de 8.000€ para muebles y otras necesidades. En resumen, contrajeron una deuda de 148.000€ pagadera en 35 años y a una cómoda cuota mensual de 765€ (no he hecho los cálculos pero intuyo que el tipo de interés es próximo al 30% anual).
Pero, de pronto, víctimas de la crisis económica, ambos se quedaron sin trabajo. No pueden hacer frente a las cuotas de los últimos tres meses y la financiera los requiere y amenaza de ejecución. Se personan en las oficinas de esa financiera y como no pueden pagar, proponen como solución que la entidad se quede con su piso e incluso con la furgoneta.
Esperan unos días para que la entidad haga sus cálculos y les llaman diciendo: El piso, tasado en su día en 120.000€ hoy día tiene un precio de mercado de 84.000€. La furgoneta que de nueva costaba 20.000€, hoy tiene un valor venal de 7.117€. Por tanto, como el valor de estos bienes asciende a 91.117€ y el capital que al día de hoy han amortizado, asciende a 18.360€, Vdes. aun son deudores de 38.523€ mas los intereses de demora correspondientes que prudencialmente ciframos en otros 17.155€. En resumen, se quedan sin sus bienes y aun así, redondeando adeudan 55.000€.
Señores, este no es un caso aislado. Prácticamente todas las semanas me estoy encontrando con situaciones similares. Son situaciones dramáticas para muchas familias que son incapaces de salir del agujero donde se han metido.
No tengo a mi alcance datos estadísticos concretos sobre los niveles de morosidad de las entidades financieras, pero si me guio sólo por las familias que recurren a mi para que les ayude, la situación es verdaderamente grave. Los niveles de morosidad se han disparado y la espiral resulta imparable.
Esta es la crónica de una tragedia anunciada, que nadie esperaba que podría llegar, pero que ha llegado en toda su crudeza.
El problema de esto es que alguna gente con dinero líquido va a hacer negocio a costa de la tragedia humana de estas personas y que tu describes muy bien.
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