miércoles, 22 de octubre de 2014

EL FIN DE ETA

Acabo de leer en EL COMERCIO el artículo de opinión del  Sr. Pérez Rubalcaba, sobre el final de la violencia, en el que termina diciendo que los ingredientes que condujeron a acabar con la violencia de ETA habían sido: inteligencia, firmeza, consenso y confianza.  El mismo, cuando era Ministro del Interior en el gobierno del Sr. Rodríguez Zapatero y después el gobierno del Sr. Rajoy,  nos vinieron diciendo que ETA se había acabado derrotada por el Estado de Derecho. También nos vinieron diciendo de modo sucesivo que el Gobierno nunca iba a hacer concesión alguna a los terroristas.  
Siendo bien pensado, quiero interpretar que, por  formar parte de los altos secretos de estado, el Sr. Rubalcaba en este artículo y también el Sr. Rajoy,  están ocultando la negociación y las concesiones que se hicieron y se están haciendo con la banda terrorista para llegar a su extinción definitiva. Pero, pese a esas afirmaciones categóricas de que no iba a haber ningún tipo de concesión, la realidad se impone y las concesiones han salido y salen a relucir.  Si es cierto que ya han transcurrido tres años sin haberse registrado ningún atentado y esto hay que celebrarlo, pero también es más cierto que las víctimas del terrorismo están siendo desairadas de modo reiterado por ese juego oculto y supongo que su fuero interno, tendrán pocas ganas de celebrar nada.

Hace unos días, la médico forense de la Audiencia Nacional, Carmen Baena, hablaba en un medio de comunicación diciendo que cuando dictaminó que el terrorista Bolinaga no estaba aquejado de ninguna enfermedad terminal y que podía ser tratado en la prisión, recibió presiones para que modificara su informe.  Pensó que la libertad condicional de Bolinaga ya estaba decidida. Lo cierto es que, pese a su informe negativo, Bolinaga fue puesto en libertad y ahora se pasea por su pueblo jactándose de sus fechorías y sin el mínimo atisbo de arrepentimiento por el asesinato de tres guardias civiles o por tener secuestrado y torturado a José Antonio Ortega Lara durante 463 días.  Si como se ha confirmado después de dos años fuera de la cárcel, no hay enfermedad terminal, ¿ por qué no se le envía de nuevo a prisión? Si la médico forense que lo reconoció ha recibido presiones, ¿por qué la Fiscalía no ha iniciado investigaciones al respecto?
Antes de Bolinaga, Zapatero, en aquél llamado proceso de paz, autorizó la puesta en libertad del sanguinario de Juana Chaos que está prófugo desde hace seis años, que está oficialmente desaparecido, aunque la prensa ha demostrado que está refugiado en Venezuela.  Después se produjo el famoso chivatazo del Bar Faisán en el que terminaron condenados dos policías como autores directos del chivatazo, mientras que los políticos responsables y que dieron la orden, permanecían escondidos. ¿No habrán sido el Sr. Zapatero y el Sr. Rubalcaba los que, para no perjudicar ese llamado proceso de paz, dieron la orden de avisar a los etarras? A partir de ahí se siguió una hoja de ruta y se permitió que Bildu, testaferros políticos de ETA, entraran en diputaciones y ayuntamientos.
Parece más que evidente, que el famoso proceso de paz iniciado por Zapatero, es seguido ahora por Rajoy, aun cuando antes, en la oposición, se ponía al frente de las manifestaciones ciudadanas y se oponía categóricamente a que Zapatero excarcelara a De Juana, diciendo que “Sería una injusticia liberar a un terrorista que no pide perdón, que no se arrepiente, que nos desprecia y que para colmo, se ríe de nosotros con sus parodias”.  

Es evidente pues, que pese a sus afirmaciones categóricas de que no se iba a dar concesión alguna, hay una labor soterrada, antes en el gobierno del Sr Zapatero y ahora en el del Sr. Rajoy para pactar y dar concesiones a ETA, a través de las que puedan llegar a su extinción definitiva. El gran problema es que esa labor soterrada se hace, con inteligencia como dice Rubalcaba sí, pero con la Inteligencia del Estado (CNI) que pacta y da concesiones a los terroristas. Pero como se  hace y debería de hacerse, es con el Estado de Derecho  y con la Ley en la mano.


Así que termino diciendo al Sr. Rubalcaba que en modo alguno puedo estar de acuerdo con esos ingredientes de inteligencia, firmeza, consenso y confianza porque el resultado final de todo esto es que no ha habido firmeza (se han dado concesiones), no ha habido consenso (que se lo pregunten a las víctimas del terrorismo), no ha habido confianza (todo se hace de modo oculto y esto produce desconfianza) y sí ha habido inteligencia, pero es la “Inteligencia del estado” o lo que es lo mismo, el CNI.

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