Va por delante que, en gran
medida, yo comparto el diagnóstico que Podemos hace de los problemas políticos,
económicos y sociales que tenemos en nuestro país. A mi juicio, el diagnóstico
que hace de ese enfermo que es España, resulta
bastante correcto. También puedo estar de acuerdo con su origen, que se
encuentra en el manifiesto “Mover ficha: convertir la indignación en
cambio político”. En lo que estoy en total desacuerdo es en las
terapias y en la medicación que quiere aplicar a ese enfermo. Y estoy aún más,
en total desacuerdo con unos dirigentes que entran en el ruedo de la política,
investidos de limpieza, honradez y honorabilidad, para con ello legitimar sus
acusaciones a la “casta política” española, cuando en realidad se está
demostrando que ellos son exactamente igual que los que llaman casta.
No ha pasado mucho tiempo para enterarnos en
los medios de comunicación, que entre los dirigentes de Podemos, además de
graves y preocupantes contradicciones ideológicas, empiezan a aflorar temas que
huelen realmente mal. Me sorprende
que por un lado, veamos unas intenciones de voto tremendamente grandes y por
otro, veamos cómo se mueven a gran velocidad los casos en los que sus
dirigentes están implicados en asuntos tan feos que avocan a fraudes fiscales e
incluso a pura corrupción política.
En estos
últimos días leemos cómo el dirigente Monedero, caracterizado por sus embestidas
contra los ricos, los privilegiados y la casta política, factura 425.000€ en
sólo dos meses, no paga IVA por ello, se halla metido en sus bolsillos una
buena pasta, y ahora eche botes de humo por todos lados para que nadie conozca
a ciencia cierta, cual es el origen de esa gran cantidad de dinero. Si el habla
de transparencia, por qué no justifica documentalmente eso que dice de que esas
cantidades se las pagaron varios países (qué casualidad, todos en el plazo de
dos meses) y entre ellos la República de Venezuela, por un “informe sobre la moneda única
bolivariana”. Yo creía que Monedero era politólogo, pero ahora descubro que
tiene grandes conocimientos de macroeconomía –qué burro soy yo que habiendo pasado
como pasé por la Facultad, para aprender de esta materia, sea incapaz de
meterme en un tema tan profundo como este-. Una de dos, o estos 425.000 euros cobrados son
una financiación ilegal, o estamos hablando de un fraude fiscal.
También tiempo atrás, podíamos leer en los
medios, cosas feas que apuntaban a delito de fraude contra la Hacienda Pública,
por actuaciones del Secretario General, Pablo Iglesias, que estuvo ofreciendo los servicios de su agencia de
servicios audiovisuales, Producciones con Mano Izquierda, como si fuera una
empresa, cuando en realidad su estatus jurídico es el de una asociación
cultural sin ánimo de lucro. Esta empresa productora realizaba
programas para la TV pública iraní Hispan TV, así como documentales y spot
televisivos para IU (recientemente también para Podemos). Igualmente, producía
para Venezuela. En definitiva, se estuvo beneficiando de las ventajas fiscales
de las asociaciones sin ánimo de lucro, cuando en realidad estaba realizando
actividades claramente mercantiles. Igualmente, se habló de una serie de
facturas irregulares de las de 3,7 millones de euros, sin inclusión de IVA, con
lo que al igual que ocurre con Monedero, o estamos en una financiación ilegal o
en un fraude fiscal. Y qué decir de los cobros en negro que recibió del Sr.
Riobo y de los programas de la Tuerka. Todo dinero B y por tanto fraude fiscal.
.
Además de
Pablo Iglesias y Monedero, también aparece ese asunto que atufa a corrupción,
de la beca de la Universidad de Málaga de la que se benefició Errejón. Todos
salieron corriendo a los medios diciendo que para qué exagerar tanto, que sólo
se trataba de un papel que faltaba. Vamos a ver, que no, que no se trata de un
papel. Que se trata de puro tráfico de influencias o en definitiva corrupción.
Que un amigo en la Universidad convoca un concurso para hacer un estudio sobre
las viviendas de Andalucía, y qué casualidad, no concursa nadie salvo Errejón,
al que se le adjudica. Ni aparece a hacer sus trabajos, ni cumple el horario de
trabajo establecido, manda algo que ya tenía hecho antes del concurso y aquí no
pasa nada.
Creo en
definitiva, que en los dirigentes de Podemos, se están encarnando los mismos
problemas de falta moralidad, ética y
corrupción de los que ellos acusan a los actuales dirigentes políticos. Se les
llena la boca de democracia, de limpieza o de falta de valores y, como se está
descubriendo, ellos llegan a la política adoleciendo de los mismos males. Sin
duda son jóvenes, pero en tan poco tiempo ya han aprendido y practican todo lo
que los ciudadanos reprochamos a los actuales dirigentes políticos. Así que,
con esos mimbres y con tanto populismo, difícilmente podrán resolverse los
problemas de España. Muy al contrario, pienso que provocarán otros problemas aún
más graves. Con todo lo que los ciudadanos estamos viendo, no entiendo las
razones del gran porcentaje de intención de voto que reflejan las encuestas.
¡Qué peligro para nuestra enferma democracia!
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