miércoles, 15 de febrero de 2012

QUE EL RIGOR DE LA LEY CAIGA SOBRE LOS DÉBILES


Para situar el objeto de este artículo, voy a contar la historia de una joven nigeriana que acudió a mi para pedir ayuda y consejo jurídico en la ONG donde colaboro como voluntario. Esta chica, en este momento, tiene abierto un proceso judicial, en el que se solicita para ella una pena de un año de prisión por falsificar su edad en un documento.

Joy, sale de Nigeria acosada por la hambruna y por el régimen de terror que imponía el dictador de turno. Tras un largo y penoso viaje que dura mas de tres años, llega a la frontera española de Melilla, consigue saltar la  verja y se pone en manos de la Policía Nacional.. En la Comisaría, aleccionada por otros subsaharianos, miente y confiesa que tiene 17 años, en vez de los 20 que tenía en realidad. Con esta mentira, al tratarse de una menor de edad, la autoridad española la lleva a un centro de internamiento.. "salvada".

Desde el centro de acogida la trasladan a Oviedo y le encuentran un pequeño trabajo. Empieza a trabajar como limpiadora  en un bar. Es buena trabajadora, su situación va mejorando, aprende rápido y empieza a trabajar en una sidrería  como ayudante de cocina. Consigue los permisos de residencia y trabajo, la dan de alta en la seguridad social y obtiene el NIE (documento de identificación de extranjeros, parecido a nuestro DNI).  Pasan los años, sigue trabajando como ayudante de cocina en un conocido restaurante y obtiene el permiso de residencia definitivo.  Transcurren diez años trabajando y viviendo pacíficamente entre nosotros y conoce a un chico español. Se enamoran e inician una vida en común. Alquilan un pisito y se van a vivir a el. Un buen día Joy se queda embarazada, piensan que para el hijo que va a llegar va a ser lo mejor y deciden casarse.
Para cumplir con las exigencias documentales del expediente matrimonial, pide a su país los certificados que necesita, se los envían y los entrega en el Registro. Pocos días después, empieza la pesadilla de Joy.

Llega la Policía a su casa y la lleva detenida a la Comisaría. Es interrogada y se le pregunta por qué en su NIE consta que nació en 1989 y en cambio en un certificado de nacimiento nigeriano que aporta, consta que nació en 1986. Ella, asustada y teniendo miedo a decir que había mentido en la frontera cuando llegó a España (temía que la expulsaran), dice que probablemente sea que el papel que le han mandado de Nigeria, es erróneo. La Policía interpreta que ha falsificado este documento nigeriano y la pone a disposición judicial.

El Juez instructor, actúa por inercia, ve que las fechas no concuerdan, interpreta que la apreciación de la Policía Judicial de que el documento es falso, es la correcta, no pide pruebas documentales a la embajada de Nigeria ni a nuestro Ministerio de Asuntos Exteriores y la inculpa. Sigue el trámite de instrucción y el Ministerio Fiscal evacúa el trámite de calificación (con muy poco rigor, por cierto), sostiene que Any ha falsificado la certificación de nacimiento y solicita para ella un año de prisión. Any va a ver a su Abogada de Oficio. Esta, según me cuenta Any, le dice que si quiere salvarse tiene que ir a Madrid a la embajada Nigeriana para que allí certifiquen que ese documento es auténtico (no falso). Any no tiene dinero para ir a Madrid, ya que su pareja está en paro y su sueldo sólo da para pagar el alquiler y poco mas.

Hundida emocionalmente, llega a mi pidiendo auxilio. Dada la situación, llamo por teléfono a su abogada de oficio. No está en el despacho. Le dejo aviso para que me llame. No lo hace. Vuelvo a llamarla. Está ocupada. Tampoco me llama. Como la situación es apremiante, hago una nota para que la lleve a la Letrada de Oficio. Digo en esa nota que como medio de prueba proponga que se oficie a la Embajada de Nigeria para que certifiquen sobre la veracidad de la partida de nacimiento en cuestión, ya que entiendo que, una vez que se demuestre que el documento de nacimiento no ha sido falsificado, habría que dilucidar sobre la trascendencia jurídica de su mentira cuando falseó la edad para entrar en España hace doce años, porque esto estaría mas que prescrito. Le advierto también que puede que las informaciones de la embajada de Nigeria en cuanto a las fechas de nacimiento, pueden ser poco rigurosas, ya que en ciertas épocas, muchas documentaciones de los registros civiles nigerianos, desaparecieron o fueron quemadas.

Llegados aquí, después de este rollo introductorio, paso a expresar lo que siento respecto al desafortunado y extemporáneo procedimiento judicial al que está siendo sometida  Joy.

Lo primero que tengo que decir es que este asunto, para un Abogado conocedor del derecho de extranjería, no tendría ningún secreto. Sería pan comido. El problema es que esto le llega a un Abogado que no tiene por qué ser conocedor de esta materia, se encuentra con el problemón encima, no sabe como hincarle el diente y queda desbordado. Aun así, pienso que, con su buena voluntad, propondrá las pruebas precisas y la defenderá con su leal saber y entender. Pienso también que el juzgador valorará la situación, y absolverá, bien sea o por prescripción del delito, o por la eximente de "estado de necesidad".  Y si como espero, esto es así, para este viaje no hacían falta alforjas, y no era necesario causar tanto daño moral y tanta incertidumbre a una pobre nigeriana que tras doce años de estancia en España, de buena fe, decide casarse con un español.

Lo segundo que tengo que decir es que la Policía Judicial, especialmente sensibilizada por la existencia de matrimonios de conveniencia, probablemente actúa con exceso de celo y una vez comprobado que hay un desfase entre la fecha de nacimiento que consta en el NIE y la que figura en la partida de nacimiento nigeriana decide ponerla a disposición del Juzgado de Guardia. No se molestaron en considerar cuantos años llevaba en España, que ya tenía permiso de residencia definitivo, que tanto ella como su pareja estaban empadronados en su piso desde hace un año y que ella estaba embarazada de tres meses.

En tercer lugar, ¿por qué se gastan tantas energías, con tanto costo, en un procedimiento tan vanal como este?. Acaso no tenemos en la calle argumentos suficientes para abrir procedimientos a tantos políticos corruptos como hay, o banqueros y grandes empresarios que bordean la legalidad para conseguir pingues beneficios.  La mayor parte de ellos se van a casa de rositas, se rien de todos nosotros y aquí no pasa nada.

Claro que hay una gran diferencia: mientras que la pobre Joy tiene unos recursos económicos escasísimos y va a ser defendida por una Abogada de Oficio que aun con todo el interés del mundo, no es experta en extranjería, en el otro lado tenemos a esos políticos, banqueros y empresarios corruptos, que ponen en movimiento la impresionante maquinaria jurídica de gigantes despachos de abogados, que manejan la maraña legal multidisciplinar y que consiguen que sus clientes se vayan de rositas.

Esta es la realidad.... Todos somos iguales ante la Ley, pero los mas débiles...van jodidos.... Y de ahí el titular del artículo "que el rigor de la ley caiga sobre los débiles".





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2 comentarios:

  1. Hola Guillermo,

    Una historia conmovedora, espero que Joy acabe con esta pesadilla y pueda tener una vida tranquila y se case por fin, si es eso lo que quiere.

    Sobre lo que dices de la Policía Judicial, creo más bien que es una cuestión de estadística. Ven un caso fácil para hacer diligencias y resolver, no les interesa otra cosa, 100% de efectividad. Después el juez, los hay que parece que tienen orejeras, cualquier cosa que les pone la policía delante, le dan la bendición.
    Saludos,
    Bara

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  2. Qué mal. ¿es a esto a lo que se dedican los Juzgados y la Policía?. Es esto lo único que interesa.
    Mientras tanto los corruptos por la calle sin que nadie se meta con ellos. No hay derecho.

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