Estimado Sr. Alcalde:
Me
imagino que usted, como está tan ocupado, no leerá esta carta, pero es igual, yo me quedaré satisfecho si algunos conductores
indignados como yo, por la voracidad recaudatoria del Ayuntamiento que preside,
la leen y adquieren conciencia de que estamos siendo objetivo y víctimas
propiciatorias de su afán recaudatorio, para equilibrar a través de las multas
sus maltrechas arcas municipales.
Por lo que he vivido y
sufrido, tengo muy claro que la prioridad del Ayuntamiento de Oviedo, en modo
alguno es (como debería de ser), sancionar a los conductores para velar por la
seguridad del tráfico o para facilitar la movilidad dentro de la ciudad. Su
prioridad es incrementar descaradamente la recaudación por multas de tráfico. Y
si yo estoy equivocado, explíqueme por favor por qué se ha pasado de 3 millones
euros previstos para multas en los presupuestos de 2011, a 4,1 millones en 2013
y a 6 millones en los presupuestos previstos para 2014. Ni más ni menos que
prevé incrementar el presupuesto en un 43% con relación al ejercicio pasado y
en un escalofriante 100% con relación al ejercicio 2011. ¿acaso cree que los
conductores de Oviedo, afectados por algún virus maligno, de repente nos hemos
vuelto locos y nos comportamos como unos irresponsables al volante?.
Necesito también que me
explique por qué está instalando cámaras en semáforos que se activan inmediatamente
a la puesta del semáforo en rojo, para capturar al infractor que sólo tiene el
escasísimo margen de 3 segundos que dura el ciclo ámbar, para frenar el
vehículo antes de la línea de detención, aunque este frenazo tan brusco implique
un alto peligro de colisión por alcance, como de hecho está ocurriendo.
Necesito también que me explique por qué estas cámaras no cumplen las normas
UNE que establecen determinados procedimientos para la gestión del tráfico. O
que me explique por qué el Defensor del Pueblo está investigando sobre la
ilegalidad de las multas que se ponen en las calles peatonales, aun cuando no
hay ninguna ordenanza o decreto municipal que las regule.
El Ayuntamiento de Oviedo ya no tiene
suficiente con recaudar más de 11 millones de euros con el Impuesto de
Vehículos de Tracción Mecánica, y con los 3,5 millones de estacionamiento en
las zonas azules o con los 1,6 millones de tasas de retirada de vehículos con
la grúa. Necesita recaudar más y qué cosa más fácil que instalar radares y
cámaras para pillar al conductor. No se necesitan Policías Locales que vigilen.
Basta con estos equipos y con un sistema informático que de modo
automático inicia la instrucción del expediente sancionador. Y como además esto
es un mero trámite administrativo que realiza una empresa externa llamada
Auxiliar de Recaudación S.L. la cosa es sencilla.
Señor Alcalde, usted sabe perfectamente
que en los Juzgados de lo Contencioso Administrativo, este tipo de sanciones
son declaradas nulas de pleno derecho, porque cuando el conductor agraviado
recurre, ustedes se niegan a proporcionar los medios de prueba que se exigen
sobre controles metrológicos y de las instalaciones semafóricas que no cumplen
las necesarias normas UNE. Pero aun así, como también sabe que ese ciudadano no
va a recurrir a los Tribunales porque además de quedar privado del 50% de la
reducción de la sanción, tendrá que pagar los honorarios de un Abogado que
lleve el asunto al Juzgado y además 100€
de tasas judiciales y lógicamente, estos gastos disuaden a cualquiera de ir a
la vía judicial, aun cuando saben que tienen razón.Y como sabe perfectamente de estos costos
legales, el Ayuntamiento se limita a denegar todos los recursos que se le
formulen a denegar todas las pruebas metrológicas que se le soliciten y ala… a recaudar
que es de lo que se trata.
Es indignante que cuando un ciudadano,
como yo he hecho, recurre al Juzgado de lo Contencioso y obtiene sentencia
favorable, en vez de esperar a que se le devuelva de oficio el importe de la
multa que pagó, se ve obligado a continuar con laboriosos trámites para aportar
sentencia, justificantes bancarios de ser titular de cuenta corriente, y otras
zarandajas, para conseguir que se le devuelta el importe pagado. Pero es más
indignante aun que, sólo un día después de que el Ayuntamiento notifique la
resolución sancionadora, sin ni tan siquiera esperar a la firmeza de la
resolución (una vez que se acaba el plazo de dos meses para recurrir a los
Tribunales), el Ayuntamiento ya comunica a la Dirección General de Tráfico para
que detraiga al conductor los 4 puntos de sanción. Claro, como sabe que nadie
recurre, para qué esperar más. Sr. Alcalde: Sepa usted que esa comunicación precipitada
que ha hecho a la Dirección General de Tráfico y que ha provocado que en mi
historial de antecedentes aparezca la pérdida de cuatro puntos (aun cuando
después se ha visto obligado a cancelar), es un claro atentado contra mi honor y que por
eso tengo el derecho a exigir al Ayuntamiento daños y perjuicios por su
precipitación.
Por favor, señor alcalde, en vez de tanto
afán recaudatorio, dedíquese a lo verdaderamente importante que es velar de
verdad por la seguridad del tráfico y por la movilidad circulatoria. Y si las
arcas municipales necesitan dinero, caramba, no pretenda estrujar al conductor.
Igual lo que tiene que hacer es adelgazar sus estructuras, eliminar el sinfín
de gastos superfluos que genera la administración municipal, no despilfarrar
tanto y controlar mejor el gasto público que por ahí es por donde se nos van
muchos dineros. Y de paso elimine esas cámaras en los semáforos, que ya sabe
perfectamente que los Juzgados están declaradas nulas de pleno derecho, las
sanciones que están imponiendo con ese instrumento de captación.
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