Como todo el mundo sabe, pocos días antes de las elecciones catalanas, el diario El Mundo publicó un borrador de un supuesto informe policial y en grandes titulares decía que "la policía vincula cuentas en Suiza de Pujol y Mas con la corrupción de Ciu". Sin perjuicio que entiendo que este periódico está legitimado para publicar lo que publicó en base a su derecho a la información, probablemente lo hizo de modo oportunista para tratar de influir en el proceso electoral de los catalanes y de hecho así pensaron los dirigentes de CIU.
Lo que me ha dejado perplejo es que, muy pocos días antes de las elecciones, el Fiscal Superior de Cataluña, de modo precipitado, sin tener competencia para entender de un asunto que correspondería si fuere el caso, al Tribunal Superior de Justicia madrileño, porque es allí donde está la sede social del Mundo, se lanza a incoar Diligencias de investigación
por delito de calumnia. Como no podía ser de otra forma, una vez que tuvo conocimiento de los hechos, el Fiscal General del Estado ordenó el traslado a su competencia de esas diligencias de investigación.
Los juristas sabemos que durante las contiendas electorales, Jueces y Fiscales tienden a evitar el inicio de actuaciones contra unos o en favor de otros contendientes. Si esto es así ¿qué ha llevado al Fiscal Superior de Cataluña a actuar de modo tan precipitado, sin ni tan siquiera tener competencias para ello? ¿por qué no informó al Fiscal General del Estado que se enteró de esto cuando la noticia salió en prensa?
Creo que la respuesta es mas que clara. El Fiscal Superior catalán quiso ir al auxilio de sus amigos de CIU. El problema es que jugó muy fuerte y a la vista del resultado electoral de ayer, lisa y llanamente la jugada le ha salido mal. Si lo que pretendía era ayudar a conseguir una amplia mayoría de CIU para que el quedara blindado en su puesto, ha perdido la apuesta. Como ha escrito hoy un Fiscal catalán "Ese modo de proceder -aunque alguien pueda salir ganando
puntualmente- es un error tremendo para la imagen de la Fiscalía, que a fuerza
de irse repitiendo en diversas situaciones ha llevado a la institución a lo que
hoy se dice de nosotros. Los fiscales no debemos actuar movidos por la
política, por nuestras simpatías o antipatías políticas, sino sometidos a las
reglas de la institución y en todo caso en defensa de la legalidad y con
imparcialidad".
Y ¿ahora que va a pasar?... ¿presentará la dimisión? ¿El Fiscal General del Estado lo obligará a que la presente? Mucho me temo que todo va a quedar olvidado y aquí no ha pasado nada.
Lamentablemente estamos ante un ejemplo mas de la terrible politización de la justicia.
Esta sin duda, es una muestra mas del grave deterioro de nuestro sistema democrático..¿algo tendremos que hacer los ciudadanos de a pié. no?
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